Algo hay que escribir II

Te aferras a tu almohada ahogando los sollozos, pretender que todo está bien nunca fue tu fuerte, puedes fingir, puedes actuar, pero tu semblante no puede cambiar lo que sientes. Peor aún, si no sabés por qué es; revuelves en tu cabeza, pero los pensamientos corren a mil por hora, todos y ninguno, vas quitando los trapos que cubren los adornos de tu mente, pero sigues sin descubrir exactamente que es. Solo un presentimiento, solo una sensación; pero eso te basta para esconder tu cara bajo la almohada y abrazar al manojo de pelos de nylon y ojos de acrílico, como si fuera el único que te entiende, mientras las lágrimas caen de tus ojos aunque intentes retenerlas.

Comentarios

Entradas populares