Wishlist

Me gustaría hacer un montón de cosas, siempre quice hacer un montón de cosas, pero siempre opté por lo que menos quería, en pos de algo, o generalmente de alguien. Ojo, tampoco niego mi falta de empuje para ciertas cosas, supongo también que siempre opté por lo que me resultó más fácil (que suele ser, como siempre, a contrario del mundo, lo que para los demás es más difícil). Y todo porque se suponía que lo tenía que hacer así, o yo suponía que lo tenía que hacer así.
Y es una lástima, porque era buena, tenía facilidades, habilidad para todo lo que hacía. Tenía. Mierda que eso pesa.

Lista de pendientes:
Dedicarme a hacer un arte marcial.
Aprender a dibujar.
Aprender fotografía.
Hacer algún taller literario.
Clases de canto (es la primera vez que lo digo más allá de mi cabeza).
Paracaidismo.
Bungee jumping.
Caida libre.
Estudiar idiomas.
Ir a un psicológo.
Pintar mi cuarto.
Aprender... de todo un poco, pero aprender.

Si ya sé, tengo solo 21 años... CARAJO! ya tengo 21 años... y estoy hecha mierda.
Definitivamente hay algo que no me está funcionando, y mi entorno no ayuda.
No, no, no quiero seguir el camino que estoy transitando; que inexorablemente me lleva al extremo del cerdoconsumismo que siempre odié, no quiero de verdad, quiero llevar una vida sana, quiero estar bien, no quiero gastar guita en pelotudeces, y quiero dedicarle tiempo a las cosas que me gustan, el problema está... me gustaría saber donde está, en mí, supongo. No, no supongo, lo sé; siempre necesito tener a alguien para que me obligue a hacer las cosas.
Y me arrastrá, me arrastrás... y no quiero, pero lo hago igual, porque me cuesta decir no, porque es más fácil, mucho más fácil; pero no estoy bien, y estoy cansada. A los 21 años estoy cansada, repito, algo no funciona. Pero no lo puedo decir, porque se me queda atravesado en el medio de la traquea, siempre tuve ese maldito problema, por eso empecé a escribir. Algunos dicen que es evadir, que es no tener los huevos de decir las cosas en la cara, puede ser, pero no es que no lo intente, es más fuerte que yo, es horrible. También tengo esa costumbre de decir las cosas de una forma en que no se entiendan directamente, soy en extremo retorcida, deberá ser a propósito que no quiero que me entiendan, porque si me entienden, me tendría que hacer cargo; y principalmente porque no me gusta que me conozcan, que sepan lo que me pasa.
Ya lo dije muchas veces, no me gusta, no me gusta. Pero no me animo a cambiar lo que tengo que cambiar, a hacer lo que tengo que hacer, a arrastrar a los demás, en vez de dejarme arrastrar. No me animo, y me está costando caro, y estoy perdiendo el tiempo, y lo peor es que sé, que si sigo así, me voy a arrepentir, y no quiero vivir con remordimientos.




O.T. Ya le encontré el motivo a este blog, es un archivo de desahogos. Suerte que casi nadie lo lee.